Sonrisas de oreja a oreja y gritos de emoción vistieron a familias enteras, jóvenes y enamorados ayer en el predio Club El Mollar cuando a las 0.30 Abel Pintos subía al escenario y tocaba los primeros acordes de “Solo vivir” para terminar con la espera de miles de espectadores que entre ovaciones y frases como “Te amo Abel” aguardaban por él desde noviembre.

“Somos fans de Abel, lo seguimos a todas partes siempre que podemos”, comentó Marianela Coria, de León Rouges, que se encontraba con su hija, María Guadalupe, de 10 años. La niña conocía todas las canciones del autor y las cantaba hasta las lágrimas.

En algunos sectores del club el auditorio coreaba las letras y en otros bailaban al ritmo de alguna chacarera o zamba como es el caso de Sabrina y Silvana Orellana que junto con David Castro viajaron desde Concepción para escuchar al artista de Bahía Blanca.

“Amo a Abel Pintos, cada vez que se presenta en la provincia digo presente. Porque en sus conciertos se pasa un buen rato entre canciones, bailes y amigos”, expresó Sabrina Orellana, que dejó el círculo de baile para hablar con LA GACETA.

El público no sólo era tucumano: en una esquina del escenario una bandera de Brasil era revoleada con fuerza entre saltos y gritos. “Estamos de intercambio en San Miguel de Tucumán desde hace unos meses. Escuchamos a este artista en otras oportunidades pero nunca lo habíamos visto en vivo. Y aquí estamos... -sonríe- muy felices de poder estar en su show”, explicó Siqueira de Oliveira junto a su compatriota, Carolina Karam.

El último concierto de Pintos en El Mollar fue hace varios años (en la capital estuvo el año pasado) por eso los encargados del evento en la villa turística esperaban alrededor de 8.000 personas. Aunque el público no alcanzó esa cifra el número de espectadores fue importante. “Según lo que tenemos registrado 4.500 personas ingresaron al club”, especificó Juan Villagrán, jefe de seguridad de la institución. A este dato se sumó el de fuentes de prensa de la comuna rural que informaron que a pesar de haberse cumplido el objetivo, en cuanto cantidad, hubo mucho más público en la presentación anterior del cantante.

No importa dónde, Abel Pintos siempre cumple y esta vez entregó a los tucumanos un espectáculo que duró casi tres horas, transitando por todo su repertorio, con canciones como Oncemil (la más coreada) y Aventura, que hicieron vibrar la villa de El Mollar y que dejaron a su público, el que lo sigue show a show, más que conforme. Y como escribió el mismo artista en sus redes @abelpintosoficial: “desde la primer canción hasta la última hubo canto y bailongo colectivo”.